Odontopediatría

Las manchas blancas o ligeramente amarillentas en los dientes suelen producirse por defectos en la formación del esmalte (la parte más superficial del esmalte) por existir pocos minerales en esta zona. Esto hace que esas zonas del diente se encuentren más porosas, por lo que existirá más sensibilidad, y se producirán más caries y tendrán más riesgo de fracturas. Cuando se producen, seguimos protocolos de remineralización adaptados a cada paciente para volver a llenar de minerales al diente.

Para prevenir las caries en los primeros molares definitivos que comienzan a salirle al niño, se pueden realizar selladores de fosas y fisuras sobre las superficies de estos dientes. Se trata de colocar una pequeña resina en las zonas en las que la anatomía sea más marcada, para que sea más complicado que las bacterias se depositen en los dientes y, por tanto, se carien menos. Recomendamos estos tratamientos en especial en casos en los que el niño haya tenido numerosas caries en los dientes de leche y estén comenzando a salir los dientes definitivos, ya que en estos pacientes es más probable que se produzcan caries en estos dientes.

En tratamientos en los que las manchas blancas, amarillentas, anaranjadas o marronáceas sobre los dientes tengan un alto componente estético, y tras la valoración individual de cada caso, un tratamiento de vanguardia efectivo es la infiltración de resinas. Esto hace que estas manchas se enmascaren de manera definitiva, sellando los poros de los dientes y mejorando de manera notable la estética dental y reduciendo la sensibilidad asociada a estas patologías.

Cuando se depositan bacterias en los dientes y no se eliminan de manera adecuada mediante el cepillado, se producen caries dentales. Estas caries se eliminan mediante la realización de obturaciones, también conocidas como empastes. Estos empastes son completamente estéticos (¡ya no se realizan empastes metálicos!) y adaptamos el procedimiento y el tiempo a cada niño para que se sienta cómodo durante todo el tratamiento.

Cuando una caries ha progresado hasta el centro de un diente temporal, afecta también al nervio o pulpa dental. En casos en los que esta infección es inicial, se podrá eliminar la caries realizando una pulpotomía. Una pulpotomía es la eliminación de la caries y parte del nervio dental, manteniendo la que va por las raíces de los dientes. Esto hace que la vitalidad de la pieza se mantenga, eliminando los tejidos infectados del diente. Es un tratamiento muy común.

Si la infección, en este último caso, continúa y se afecta el nervio de manera completa, incluido el que recorre las raíces de los dientes, el tratamiento deberá ser una pulpectomía. Consiste en retirar la caries y el nervio dental por completo para después rellenar con materiales específicos y que el niño mantenga así su pieza dental. El diente estará desvitalizado, como en los tratamientos de endodoncia en dientes definitivos, pero seguirá siendo funcional y estéticamente estará normal.

Una apicoformación es un tratamiento temporal en un diente definitivo cuando una caries ha afectado al nervio dentario, se retira el nervio, pero los conductos del mismo no pueden rellenarse de manera definitiva porque el diente no ha terminado de formarse. En estos casos, se rellenará de un material temporal, hasta que el diente termine de desarrollarse, momento en el cual haremos la endodoncia sellando el diente de manera definitiva. A este proceso intermedio se le llama apicoformación.

Cuando un diente se encuentra afectado de manera irreversible y no se pueden hacer otros tratamientos, o cuando ya tiene una movilidad excesiva por ser un diente temporal que está próximo al recambio dentario, se realizan exodoncias. Estas consisten en extraer el diente o parte de él para que las posibles infecciones que existan en los dientes no afecten a los definitivos, o para que estos puedan crecer y encontrar su posición adecuada en la boca.

Cuando realizamos una exodoncia o extracción de un diente temporal, y el diente definitivo se encuentra lejos todavía para salir y ocupar su espacio, se coloca un mantenedor de espacio. Estos son pequeños elementos metálicos que “abrazan” el diente de detrás del extraído y se alargan hasta el de delante, manteniendo el espacio disponible hasta que el diente definitivo salga por completo; ¡si no, el espacio puede cerrarse y ese diente dejar de tener espacio para salir! El mantenedor de espacio se encarga de que eso no suceda. Lo retiraremos cuando el diente definitivo comience a salir.

En clínica dental Fuentes Vera somos expertos en el tratamiento del paciente infantil y el manejo de conducta de este.